En 1996, el físico estadounidense Alan Sokal presentó un informe científico absurdo sobre la gravedad cuántica a la revista "Social Text". Cuando se publicó, Sokal reveló abiertamente que el estudio no era realmente cierto. Entonces la comunidad científica cuestionó la ética de la ciencia de su carrera, y denunció que Sokal usó el informe de investigación como una broma.
Otro ejemplo es Jan Henrik Schon. Schon es un investigador en el Laboratorio Bell en Nueva Jersey. De 1998 a 2001, publicó cinco artículos en la revista "Nature", y también publicó siete artículos en la revista "Science", todos sobre el campo avanzado de la electrónica. Sus conclusiones eran profundas, y se consideró como una estrella en ascenso.
En 2002, la Comisión consideró que sus resultados se obtuvieron a partir de los 16 fortuitos, lo que hizo a sus compañeros, jefes, y los editores de dos revistas admitir el resultado, y sufrir la vergüenza pública. Schon, con sólo 32 años, dijo: "Admito que cometí muchos errores en mi trabajo científico, y lo siento mucho."
La ciencia, como en todas las carreras humanas, en el desarrollo, también existe el fraude y la mala conducta. Los científicos también sufren la tentación del dinero, el poder, la fama, etc. El fraude también se debe formar por muchos factores sociales juntos. Los científicos publican los resultados que quieren y lo que probablemente va a obtener más patrocinio y la reputación.
Además, los científicos generalmente utilizan el número de los artículos y el número de citas como un indicador de comparación. Y la regulación en la comunidad científica para esta área no es muy completa. Todos ello crea las condiciones para los científicos que hacen fraude científico.
Por lo tanto, para detener y cambiar esta situación, no sólo se necesita que los científicos se enfrenten a sus trabajos, sino también se necesita la cooperación mutua y la coordinación entre muchos departamentos y las organizaciones. Esto también será un proceso largo.
Buen trabajo.
回复删除El caso de Sokal no es exactamente fraude, ya que lo hizo a propósito, como experimento sociológico para demostrar que mucho de lo publicado en determinadas disciplinas carecía de todo valor. En realidad este ejemplo sirve para abrir otro debate interesantísimo, pero yo no lo pondría en la categoría de fraude científico.